lunes, 26 de noviembre de 2007

Carta a Dirección nacional del Partido Socialista de Chile

DIRECCIÓN NACIONAL
PSCH
PRESENTE


Nosotros como militantes jóvenes del Partido Socialista de Chile saludamos y agradecemos la realización del Congreso General Salvador Allende Gossens este marzo próximo.

Lo saludamos, en primer lugar, como rescate, pequeño pero significativo, de nuestro Compañero Presidente, cuya figura por largo tiempo ha sido tapada, cubierta, velada en aras del orden y la estabilidad. También lo agradecemos porque consideramos que estamos en un momento crucial para tener conversaciones y discusiones que han sido evitadas; conversaciones francas y honestas, crudamente honestas, sobre qué hemos hecho con este instrumento llamado Partido Socialista de Chile y qué vamos a hacer por nuestro país con él.

Y es que esta carta se trata justamente de lo que hemos -o no- hecho con nuestro partido durante estos últimos tiempos y de por qué hicimos ciertas cosas y no otras. Quisiéramos exponer brevemente algunas de esas consideraciones y preguntas. Son varias, sí, pero somos jóvenes y vivimos en un mar de dudas.

Hay que reconocer que nuestro sistema educacional es bastante malo. Se han hecho esfuerzos en mejorarlo, en aumentar la cobertura, en aumentar el subsidio, en perfeccionar los programas, pero en definitiva sigue siendo bastante malo. Ese fue el mensaje claro como el agua que mandaron nuestros compañeros y nuestras compañeras secundarias el año pasado, mensaje que no pasó desapercibido, pero que no ha sido tomado en cuenta como se esperaba -menos por nuestro partido, parece-.

Sin embargo, a pesar de la mala educación que podemos recibir de nuestro sistema, por lo menos sí sabemos que hace tiempos, durante la dictadura del Sr. Carlos Ibáñez del Campo, hubo un acto espurio entre varios, la conformación de un legislativo a dedazo, como dirían en un país del norte. A ese gesto, el de un congreso títere conformado en unas termas agradables, al tristemente célebre Congreso Termal nos estamos refiriendo. Un Congreso que no se relacionaba con la ciudadanía -ciudadanía que, a su vez, era bastante limitada-.

Qué pena que nuestro futuro Congreso General se asocie a esta lamentable experiencia política chilena. Un Congreso realizado lejos lejitos para que nadie vea, encerrados en un bonito establecimiento. Quizá que inspiración tengamos, quizá que asuntos, y de qué tamaña profundidad, nos lleve la agradable experiencia del agua termal a discutir. Quizá que votos políticos lleguemos a aprobar.

Y es que, y aquí vienen las primeras preguntas, ¿qué queremos mostrarle a las grandes masas? Que mientras esperan los y las santiaguinas al calor de marzo su bus oruga, su bus alimentador o su vagón del metro repleto, ¿nosotros charlamos de la alta política nacional al calor de las ricas termas de Panimávida? Que mientras el tocopillano reconstruye con lo poco que hay su vivienda, ¿nosotros nos alojamos en un fabuloso hotel resguardados de la intemperie? Que mientras los pescadores de la quinta región tienen que imaginarse nuevos modos de pescar lo que ya casi no existe en nuestros mares, ¿nosotros comemos tranquilos y relajados, tomamos tranquilos y relajados, mientras discutimos de cómo se viene el Bicentenario? En definitiva ¿por qué nos alejamos de las grandes masas para hablar sobre las grandes masas? ¿Por qué nos apartamos del territorio, del escenario de la pobreza y la explotación de para hablar de la lucha contra la pobreza y la explotación? ¿O es que nos dirigimos a nuestro propio Sinaí por unos días a recibir las sagradas tablas?

Otra pregunta que ronda en la militancia guarda relación con las platas requeridas para la realización de este Congreso. Las cifras presupuestadas para esta actividad rondan, según se ha estimado, los 140 Millones de Pesos. Se nos ha dicho que es barato para la magnitud del evento y el nivel de las instalaciones. Algunos más, algunas menos, estamos de acuerdo con eso pero sobretodo con una premisa previa: que el Congreso debe realizarse y 140 Millones suena una cifra grande pero es necesario gastarla.

Pero luego, nos preguntamos, si hay 140 Millones para hacer Congreso ¿por qué no hay algunos miles -no hablamos de millones, solo algunos miles- de pesos para hacer trabajo militante en los diversos comunales y regionales del país? ¿O hay que estar adscrito a la tendencia de turno para recibir aportes al trabajo? ¿Cuántas veces no hemos escuchado, visto y vivido que compañeras y compañeros financian campañas completas con su bolsillo?

Y es que la pregunta no es menor. Menos aún si sabemos que el PSCH cuenta con dinero. Con harto. Algo así como dineros invertidos en diversos instrumentos financieros. Fabuloso. Traduzcamos la pregunta anterior en una serie de preguntas para esclarecer el punto:

- ¿Por qué no se ha invertido un margen de las rentas derivadas de esas inversiones en programas como el Contingente Salvador Allende a nivel nacional, de carácter permanente y en diversos frentes de masa? Si bien en su primera experiencia a principios de este año no se lograron las metas, sentimos primero que es necesario abrir nuestro partido a la sociedad en todos sus términos, y en segundo lugar, la inversión seria y constante de recursos en iniciativas de este tipo trae consigo una buena contabilidad y justificación de los recursos invertidos.

- ¿Por qué no se ha invertido en sedes comunales para el PS? ¿En infraestructura para el trabajo partidario? ¿Una radio? ¿un buen diario? ¿Una editorial de verdad?

- ¿Por qué no se ha devuelto a la JSCH su patrimonio, incautado desde el golpe? ¿Por qué, aún, no tenemos NADA?

- Y quizá ésta es la madre de las preguntas, ¿Por qué no se ha invertido seriamente, y no con cursos regalados por ONGs, fundaciones y corporaciones, en el crecimiento de nuestro partido, en la formación de cuadros militantes, en el desarrollo orgánico del Partido en los diversos frentes?

Pedimos disculpas si atosigamos, como los niños a los padres, con tantas preguntas. Preguntas que sabemos son difíciles, por lo demás. Quizá no tan difíciles como preguntar sobre el por qué vivimos o por qué el cielo es azul, pero complejas de todos modos. Pero es que estamos curiosos. Estamos intrigados. Y queremos algunas respuestas, alguna claridad sobre el camino que entregan la brújula y el sextante de quienes dirigen la embarcación.

Saludos fraternales,

Direcciones Comunales
La Reina + Ñuñoa + Santiago
Zonal Cordillera
Juventud Socialista de Chile

1 comentario:

Anónimo dijo...

Comparto plenamente todas las preguntas — que ni son tantas. Me planteo las mismas (entre otras, la del patrimonio incautado de la JS). El hecho de tener que formularlas da ya una idea de la labor que queda por hacer para levantar a un partido caÍdo.
Saludos fraternales a todos ustedes.

Armando Uribe Echeverría
Secretario político, Comunal Francia